FLIS® Magazine
7 may 2024
El Gobierno de España, ha aprobado una nueva regulación dirigida a influencers y creadores de contenido digital.
El escenario digital está experimentando una transformación regulatoria significativa en España, donde el gobierno ha introducido un marco normativo que impone nuevos requisitos a los influencers y creadores de contenido digital. Anunciado el 30 de abril de 2024 por José Luis Escrivá, Ministro de Transformación Digital y Función Pública, el Real Decreto entra en vigor como un complemento crucial a la Ley General de Comunicación Audiovisual de 2022. A partir del 2 de mayo, se exigirá a los influencers con ingresos anuales superiores a 300,000 euros y más de un millón de seguidores que se inscriban como "usuarios de especial relevancia" en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales.
Este nuevo estatuto responde a la necesidad de definir con mayor precisión lo que constituyen "ingresos significativos" y "audiencia significativa", términos que hasta ahora habían permanecido en una zona de ambigüedad regulatoria. Con un enfoque en la protección de menores y la regulación de la publicidad, la ley prohíbe terminantemente la promoción de productos como tabaco, alcohol y ciertos medicamentos, buscando así fortalecer la protección al consumidor y la transparencia en las comunicaciones comerciales.
A diferencia de las medidas adoptadas en países como Alemania y Francia, que se han centrado en la transparencia publicitaria y la protección de datos personales, España introduce un enfoque más holístico. Este incorpora criterios económicos y de audiencia, marcando un precedente en Europa en cuanto a la regulación del impacto económico de las actividades de los influencers.
La relevancia de esta regulación se subraya en incidentes donde influencers prominentes han sido criticados por no identificar claramente el contenido promocional. Este tipo de controversias destaca la necesidad de un marco legal claro que respalde la credibilidad del marketing digital y proteja a los consumidores de prácticas engañosas.
La implementación de esta normativa no solo establece responsabilidades más rigurosas para los principales actores del sector digital en España, sino que también sienta las bases para futuras legislaciones en Europa y posiblemente en otras regiones. Al buscar un equilibrio entre los derechos de los creadores de contenido y los consumidores, España se posiciona a la vanguardia de la regulación digital, anticipando un cambio significativo en la dinámica entre influencers, empresas y el público general.